Cariño, tenemos que hablar… No sé cómo ha sucedido pero ha pasado. De verdad que no era mi intención ni puedo todavía llegar a entender que es lo que me ha llevado a ella. Sí, he conocido a otra. Déjame que te explique. Es una atracción que no sé como definirla. No es nada físico, de eso puedo estar seguro. Tus curvas son preciosas y tu piel mucho más suave que la de ella. Contigo me siento mucho más seguro y disfruto tanto que podría estar horas y horas en tu compañía. No sé, quizá es porque nos conocemos de hace ya bastante o porque después de todas las aventuras que hemos pasado juntos no concibo la vida sin ti, pero…
Deberías conocerla. Es mucho mayor que tú pero desprende un aire juvenil que te enamora en cuanto la ves. Es arisca en algunos momentos, tanto que intento estar con ella ni muy a menudo ni mucho tiempo seguido. Tengo la impresión de que en cuánto compartamos muchos ratos empezaré a echarte de menos a ti…
Pero me atrae. Me traslada a otro mundo, no mejor, pero sí diferente. Un mundo con un halo clásico que te transporta a otra vida que quizá ya viví en otro tiempo. Una sensación de que, al compartir tiempo con ella lo comparto también con otras maneras de ser y sentir. Sensaciones que sólo tengo al ir con ella, con la otra…
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